Bolsas, cubiertos descartables, sorbetes, vasos y otros objetos de plástico de un solo uso estarán prohibidos a partir del 16 de enero en la Ciudad. La medida está basada en una y se da en el marco de las políticas de gestión de residuos y conservación ambiental que lleva a adelante la Municipalidad de San Luis.
Estos productos, altamente ubicuos, son muy perjudiciales para el medio ambiente, ya que tardan más de 500 años en degradarse. La iniciativa municipal, desarrollada por la Subsecretaría de Control Ambiental, apunta a mitigar el impacto que generan estos productos y evitar su entrega en la toda la capital puntana.
“La ordenanza entra en vigencia el 16 de enero, dado que fue publicada el 16 de julio del año pasado en el boletín oficial. Entraría la prohibición total de algunos plásticos que son de un solo uso, que lo usamos una vez, los tiramos y por su ciclo de vida no se degradan”, explicó Eliana Giorda, subsecretaria de Gestión Ambiental.
En el mismo sentido, la funcionaria indicó que algunos supermercados y comercios ya han aplicado la normativa suspendiendo la entrega de bolsas menores a 50 micrones.
“Algunos han empezado a reducir, a buscar otro método alternativo, porque la ordenanza establece que pueden utilizarse plásticos biodegradables o compostables, que comienzan a degradarse en menos tiempo que los 500 años que tarda una bolsa transparente”, agregó.
EXCEPCIONES
Giorda señaló que el articulado de la Ordenanza establece excepciones referidas a la manipulación de alimentos y productos terapéuticos.
“Hay una cuestión de profilaxis que está incluida en la ordenanza. Es una excepción para todo lo que esté en contacto con alimentos, como son las bolsas de carnicerías y verdulerías. Los productos que ya están envasados o en lo que tenga que ver con productos terapéuticos y relativos a centros de salud”, indicó.
CUESTIÓN DE COSTUMBRE
La subsecretaria remarcó que toda la adaptación es un proceso que lleva su tiempo. Por ello, la implementación de la ordenanza, respecto a controles y sanciones, será de manera gradual.
“Iniciativas similares han ido desarrollándose en distintas ciudades. Hay que acostumbrarse e ir reduciendo. El plástico viene del petróleo y queda en el ambiente. La idea es buscar alternativas, cumplir con ciertas normas IRAM. Además, la bolsita termina en desagües o árboles y genera un inconveniente con el medio ambiente. La idea es adaptarnos de manera gradual, realizar controles y en caso de que dañe el medio ambiente aplicar las sanciones correspondientes que establece la ordenanza”, precisó.
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