El próximo miércoles a las 9:30 horas los jueces de la Cámara Penal Nº 2 recepcionará los alegatos en el juicio que investiga el accionar de dos ex policías de la Sub-comisaría Nº 23 de la ciudad de San Luis en perjuicio de un joven de 27 años, quien falleció luego de estar varios días internados por un disparo de una escopeta Remington calibre Nº12.
Posteriormente, el tribunal se retirará a deliberar y luego emitirá el veredicto.
Por este hecho, ocurrido en el mes de octubre de 2013 en el barrio Jardín del Sur de la capital puntana, los ex inspectores Matías Balada y Jorge Chavero enfrentan un pedido de condena por parte de la Fiscalía de Instrucción de 15 años de prisión, por suponérselos coautores del delito de “lesiones gravísimas agravadas por ser miembros de la fuerza de seguridad en abuso de su función y por el uso de arma de fuego”.
Previo a escuchar las alegaciones de la Fiscalía de Cámara y de los abogados defensores de los imputados, la Cámara escuchará el testimonio de un testigo y la declaración indagatoria de Balada. Así lo informó su abogado, Dr. Esteban Sala, Defensor de Cámara.
El tribunal a cargo del debate está integrado por los Dres. Hugo Guillermo Saa Petrino (presidente) y Fernando Julio De Viana y la Dra. Adriana Lucero Alfonso (vocales). Como Fiscal de Cámara actúa el Dr. Fernando Rodríguez, mientras que Chavero es representado por el Defensor de Cámara, Dr. Víctor Endeiza.
Este jueves, en la segunda audiencia del debate oral y público, declararon los testigos Daniel Ríos, quién cumplía funciones en la sub comisaría Nº 23 y estuvo encargado del servicio el día que ocurrió el hecho investigado, y el subcomisario Oscar Julián Becerra, del Departamento de Policía Científica y fue quién realizó el peritaje de la escopeta secuestrada.
Según la acusación fiscal, Chavero y Balada persiguieron a la víctima en el móvil policial hasta su domicilio; luego se bajaron del rodado y comenzaron a intimidarla.
“Que en dicho contexto, Balada apuntó una de las armas que portaba, siendo esta una escopeta Remington calibre 12, y efectuó un disparo sobre la humanidad de Bustos generándole lesiones de carácter gravísimo; que luego, Balada y Chavero escaparon del lugar a bordo del móvil policial”, dice textualmente la acusación del fiscal Roche.
Bustos quedó ciego por el estallido de ambas órbitas y sufrió hematomas y la fractura del maxilar superior. Un mes después, el 29 de noviembre, murió en el Hospital Nacional de Clínicas, de Córdoba.
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