En la fundamentación de la resolución, el juez mencionó que existen riesgos procesales en la causa que deben ser contemplados. “La defensa ha puesto en tela de juicio la calificación legal como así también ha demostrado que el imputado tendría arraigo en la ciudad de San Luis, pero entiendo, como lo ha referenciado el Ministerio Público Fiscal, hay un peligro de fuga que debe ser asegurado respecto a este proceso no solo por la calificación, las especiales características del hecho y la pena que se espera en expectativa, sino también en relación al comportamiento del imputado. Asimismo, entiendo que el peligro de entorpecimiento de la investigación se encuentra presente en esta causa”, dijo Flores Leyes.
Los integrantes del Ministerio Público Fiscal a cargo de la causa, el fiscal de Instrucción N° 1 Francisco Assat y el fiscal adjunto, Juan Díaz Estopiñán, acusaron a Becerra y a su hermano menor de edad, como coautores de homicidio de criminis causa, delito que prevé una pena de prisión perpetua. De acuerdo a la teoría del caso de los fiscales, los jóvenes intentaron robarle al tatuador de 49 años y como no lo lograron por tener una resistencia por parte de la víctima, le dieron siete puñaladas que le causaron la muerte.
“La intencionalidad específica de esta modalidad exige que lo autores tengan un sentimiento, o mejor dicho un resentimiento, respecto del fracaso del delito intentado y que ese sentimiento motive el homicidio. Se exige una conexión impulsiva motivada por el fracaso. Los imputados intentaron sustraerle elementos al señor Esquivel y al no poder hacerlo, le propinaron siete puñaladas que le causaron la muerte por un shock hipovolémico”, explicó Assat.
El ataque a la víctima ocurrió el 22 de febrero a la madrugada a pocos metros de su casa, ubicada sobre calle Riobamba al 900, frente a la Plazoleta de la Paz de la ciudad de San Luis y cayó en la vereda norte de Héroes de Malvinas, al 500. Murió momentos después, mientras médicos del Hospital “Ramón Carrillo” lo operaban para tratar de salvarle la vida.
Héctor Zavala, abogado de Becerra, dijo que los argumentos de la Fiscalía son endebles para solicitar la prisión preventiva y que su defendido no podría influir en las pericias que faltan. “Tiene arraigo, trabajo, no ha salido nunca fuera de la ciudad. Si se hubiera querido fugar lo hubiese hecho antes. La víctima tenía todos sus bienes, no hubo intención de robo y lo más probablemente es que todo haya sucedido como declaró ayer mi defendido”.
Como la jueza Daniela Benenati también se declaró incompetente, la Fiscalía presentó una revocatoria con apelación en subsidio. Es decir, en el caso de que la jueza no haga lugar al recurso presentado, el Ministerio Público Fiscal solicita la elevación de las actuaciones al Tribunal de Impugnaciones, quien deberá decidir qué juez debe ser competente para resolver la situación procesal del menor de edad.
Este martes, Omar Becerra solicitó declarar y dijo que el que había apuñalado a Esquivel había sido su hermano. Que esa noche llegaron hasta Héroes de Malvinas y Riobamba y que el tatuador y L.B. buscaron un lugar menos iluminado para hacer la operación pero que a los pocos minutos comenzaron a discutir y su hermano se defendió con lo que él cree que fue un cuchillo. Becerra añadió que nunca anduvo por comisarías, que siempre trabajó y que jamás “anduvo haciendo macanas”, y que el hermano le había contado que con Esquivel se habían reunido el 21 de febrero al mediodía en la zona del Hotel Dos Venados. Allí presuntamente habrían organizado el encuentro horas más tarde, a pocos metros de la casa de Esquivel. “Nos juntamos en Héroes de Malvinas y Riobamba porque ahí es donde siempre limpia vidrios mi hermano”, dijo el acusado. Cuando el fiscal de Instrucción N° 1 le preguntó sobre el cuchillo, Becerra dijo que no sabe “porque mi hermano ya no lo tenía cuando llegamos a la casa de mi mamá”.
Los integrantes del Ministerio Público Fiscal a cargo de la causa, el fiscal de Instrucción N° 1 Francisco Assat y el fiscal adjunto, Juan Díaz Estopiñán, acusaron a Becerra y a su hermano menor de edad, como coautores de homicidio de criminis causa, delito que prevé una pena de prisión perpetua. De acuerdo a la teoría del caso de los fiscales, los jóvenes intentaron robarle al tatuador de 49 años y como no lo lograron por tener una resistencia por parte de la víctima, le dieron siete puñaladas que le causaron la muerte.
“La intencionalidad específica de esta modalidad exige que lo autores tengan un sentimiento, o mejor dicho un resentimiento, respecto del fracaso del delito intentado y que ese sentimiento motive el homicidio. Se exige una conexión impulsiva motivada por el fracaso. Los imputados intentaron sustraerle elementos al señor Esquivel y al no poder hacerlo, le propinaron siete puñaladas que le causaron la muerte por un shock hipovolémico”, explicó Assat.
El ataque a la víctima ocurrió el 22 de febrero a la madrugada a pocos metros de su casa, ubicada sobre calle Riobamba al 900, frente a la Plazoleta de la Paz de la ciudad de San Luis y cayó en la vereda norte de Héroes de Malvinas, al 500. Murió momentos después, mientras médicos del Hospital “Ramón Carrillo” lo operaban para tratar de salvarle la vida.
Héctor Zavala, abogado de Becerra, dijo que los argumentos de la Fiscalía son endebles para solicitar la prisión preventiva y que su defendido no podría influir en las pericias que faltan. “Tiene arraigo, trabajo, no ha salido nunca fuera de la ciudad. Si se hubiera querido fugar lo hubiese hecho antes. La víctima tenía todos sus bienes, no hubo intención de robo y lo más probablemente es que todo haya sucedido como declaró ayer mi defendido”.
La situación del otro acusado por la Fiscalía
En la audiencia de formulación de cargos del sábado pasado, la Fiscalía pidió para L.B., de 17 años, la prisión domiciliaria bajo supervisión de la justicia penal juvenil por el plazo de tres meses. Flores Leyes dio por formulados cargos contra el joven pero hizo lugar al planteo de incompatibilidad presentado por el Defensor Oficial de Niñez, Adolescencia e Incapaces N° 1, Sebastián Privitera, y ordenó poner a disposición del Juzgado Penal Juvenil todas las actuaciones para que realice una audiencia y decida sobre la situación procesal del menor. Hasta tanto, el adolescente recuperó su libertad.Como la jueza Daniela Benenati también se declaró incompetente, la Fiscalía presentó una revocatoria con apelación en subsidio. Es decir, en el caso de que la jueza no haga lugar al recurso presentado, el Ministerio Público Fiscal solicita la elevación de las actuaciones al Tribunal de Impugnaciones, quien deberá decidir qué juez debe ser competente para resolver la situación procesal del menor de edad.
Este martes, Omar Becerra solicitó declarar y dijo que el que había apuñalado a Esquivel había sido su hermano. Que esa noche llegaron hasta Héroes de Malvinas y Riobamba y que el tatuador y L.B. buscaron un lugar menos iluminado para hacer la operación pero que a los pocos minutos comenzaron a discutir y su hermano se defendió con lo que él cree que fue un cuchillo. Becerra añadió que nunca anduvo por comisarías, que siempre trabajó y que jamás “anduvo haciendo macanas”, y que el hermano le había contado que con Esquivel se habían reunido el 21 de febrero al mediodía en la zona del Hotel Dos Venados. Allí presuntamente habrían organizado el encuentro horas más tarde, a pocos metros de la casa de Esquivel. “Nos juntamos en Héroes de Malvinas y Riobamba porque ahí es donde siempre limpia vidrios mi hermano”, dijo el acusado. Cuando el fiscal de Instrucción N° 1 le preguntó sobre el cuchillo, Becerra dijo que no sabe “porque mi hermano ya no lo tenía cuando llegamos a la casa de mi mamá”.
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