De acuerdo a la acusación de la fiscal de Instrucción N° 1 Débora Roy Gitto, el 17 de agosto a la madrugada, dos personas intentaron ingresar por los techos al local comercial, pero desistieron de su accionar al ver la presencia del personal policial de la Comisaría N° 24 en el lugar. Los efectivos habían siendo alertados por el dueño de la carnicería, quien el día previo notó el faltante de cheques y logró visualizar en las cámaras de seguridad que alguien abría la puerta trasera del local y con un palo de escoba, movía la cámara a fin que apunte hacia el techo.
“Asimismo, logró visualizar que previo a esto, en horario laboral, uno de sus empleados dejaba un secador de piso en cercanías de la puerta y él mismo era quien cerraba la puerta de atrás del local con algún alambre fácil de desatar. Por esa razón es que el denunciante decidió quedarse durante la noche en el local, conjuntamente con sus 2 hijos, quienes al escuchar los ruidos en el techo procedieron a llamar a la policía”, narró la fiscal.
El imputado fue representado por la Defensa Oficial, integrada por Francisco Pérez y Luz Vílchez.
Al momento de ingresar la policía, los imputados salieron del local, dejando unas seis bolsas de carne que presumiblemente habían sido sustraídas de otro negocio, cuyo dueño no quiso efectuar enuncia, y se escondieron en los techos de la carnicería, hasta que uno de los hijos del propietario subió al techo y los pudo observar. Allí los acusados saltaron hacia la calle Pringles y corrieron para el sector de los campos ubicados detrás del ferrocarril.
En dicha huida, el imputado condenado este miércoles perdió su mochila con todos sus documentos. El otro imputado accedió al beneficio de la suspensión de juicio a prueba.
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